
dónde queda el cuerpo golpeado por el mapa
aquel cuerpo tan habitado de chelas, lengua contaminada y líneas de costas,
la lluvia, esperanza de un camino recorrido por dentro como escaleras
que bajan luz cenital
así,
no sé qué piso soy
en qué habitación quedaron mis despojos felices
tardes ganadas sin internet ni bus
paseo en el parque forestal
¿Siguen verdes aquellos árboles boca abajo?
¿Sigue pasando bajo mis pies el Mapocho de fiebre y chabola?
¿Sigo apuntado al curso de teatro, los lunes y miércoles
metro Unión Latinoamericana
horarios partidos y tragados por un horizonte guillotina
por un horizonte ya deshecho y arrastrado por calles de nombres gastados.